Escuela alternativa



Esta escuela, creada en los años setenta por Teresa Ubeira, es un ejemplo a seguir. La equidad es real y las diferencias entre los alumnos son compensadas gracias a su proyecto educativo. Después de la clase estuve investigando sobre la escuela, pues me sorprendió mucho lo que en ella se hace. La atención que esta escuela da a los alumnos con variaciones cognitivas, aquellos con necesidades especiales es real. Insisto en la palabra real porque tenemos claro que todas las escuelas presumen de tener programas de integración y de contar con un alumnado diverso, pero también creo que todos tenemos bastante claro que las desigualdades en la mayoría de centros son acentuadas. ¿Por qué? Pues porque en general las escuelas no se desvían de lo establecido, de la norma. Las clases siguen un patrón que lleva demasiado tiempo sin cambiar. El problema de ese modelo es que no es para todo el mundo. La diversidad se queda en una palabra bonita, la que está de moda, dentro del proyecto educativo de cada centro. Nada más. 

O Pelouro es un ejemplo a seguir para la escuela de hoy. No solo por la integración y la atención real de niños que se salen de la norma, sino por despertar la curiosidad en los alumnos e impulsar el aprendizaje autónomo. ¿Por qué creo que esto es importante? Porque en la era de la información todo, absolutamente todo, está alcance de todos. El rol del profesor debe ser guiar a los alumnos y acompañarlos en su proceso de aprendizaje. En el propio de cada alumno. La típica clase del profesor en la pizarra explicando mientras los alumnos toman apuntes o leen el libro está anticuada y no sirve para nada. No sirve porque los alumnos saben que el profesor ya no es la única fuente de conocimiento. 

Así que dos son las razones por las que esta escuela me ha parecido tan interesante: el éxito en la atención a la diversidad y la innovación en la metodología adaptada a los nuevos tiempos. 

Comentarios

Entradas populares de este blog